septiembre 04, 2011

Último Guerrero: Orgullo de su raza

Miguel García
Zócalo | Saltillo


Fotos: Gerardo Ávila - Miguel García


“Primero viví el hambre. Sufrí mucho por ese lado. Vivía debajo de un ring. Mi comida diaria era un kilo de tortillas y un aguacate durante
uno o dos años. Pero no había más y yo quería la lucha, ser luchador famoso”, confesó Último Guerrero, ex campeón mundial del CMLL y orgullo de la Comarca Lagunera.

Aquel niño de Durango no cabría de felicidad por ver hechos realidad sus más dulces sueños en el ring. El joven Flanagan imaginó la grandeza, pero parecía lejos de alcanzarla. Hoy, a sus más de treinta años, goza de éxito, respeto y fama bajo otra identidad. Sin embargo, todo le costó paciencia, hambre y sudor.


“En algunos momentos flaqueé, me ponía a llorar y decía que estaría mejor en mi casa con frijolitos, sopa o lo que sea pero con mi familia. No aquí, solo y sin nada”, recordó con humildad. Pero el oriundo de la Comarca Lagunera superó la adversidad a través de dedicación, ejercicio duro y Fuerza Guerrera, quien dio trabajo de soldador a un muchacho de provincia cargado de anhelos.

Hoy aquellas tardes amargas sólo son un recuerdo porque ahora el “Último de su Estirpe” ocupa un sitio de honor entre las estrellas. Gracias a su perseverancia, tocó la gloria “desde abajo” y está pronto a representar a México en una gira por Japón el domingo 10 de octubre con la empresa New Japan Pro Wrestling.


‘REY DE PESOS
COMPLETOS’

El gladiador de “Otro Nivel” cosechó triunfos y derrotas. Pero antes de perder contra Héctor Garza, reinó por tres años como el campeón mundial de p
eso completo del CMLL con sinnúmero de defensas. Por si fuera poco, ganó la primera edición del Campeón Universal, cuyo título no se expone en un año.

Sus trofeos han sido las máscaras de Mr. Águila y Villano V, hijo de Ray Mendoza, contra quienes expuso su incógnita tan cotizada por sus 21 años de trayectoria. Hoy su máxima ambición es destapar a Atlantis, quien disolvió 6 años de los Guerreros de la Atlántida para retornar al bando técnico.

“Esta separación me dolió bastante, pero se está acomodando el ajedrez como yo quiero… Atlantis es el luchador con más años y trayectoria en el CM
LL”, reconoció. “Ahora los luchadores son muy jóvenes y como Atlantis, creo que es el único, el estandarte de la empresa. Sería un bonito trofeo”.

‘EL ÚLTIMO DE

SU ESTIRPE’
En la aridez del desierto se forjó un guerrero, con amor puro a los catorrazos que corre por sus venas. Su papá es aficionado a la lucha libre. De niño lo llevaba a la Plaza de Toros de Torreón. “Crecí con la lucha. Tenía mis monitos, mis máscaras. Una de Dos Caras y otra de Mil Máscaras eran las preferidas”, señaló.

En la colonia Sacramento de Gómez Palacio, había un cuadrilátero de ladrillo con tres juegos de cuerdas. Un espacio del ring era pared. “Me inició el luchador Detector. De cariño le decíamos ‘Toñito’”, dijo. Después entrenó más en forma en la Arena Olímpico Laguna en 1989. Su debut profesional fue en 1990 en el mismo coso con el nombre de Flanagan, inspirado en el personaje cómico de Héctor Suárez.


“En las botas se veía el slogan de ‘Queremos rock’. Hacía pareja con Súper Punk. Éramos la pareja local, subimos muy pronto por las aptitudes”, describió. “Éramos los luchadores que recibían a la gente de fuera y México. Ahí luché contra Scorpio, Octagón, Rey Misterio, Los Dinamita”.

“En el ‘95 como todo luchador de provincia fui a probar suerte a la capital del país. Me fui con una mano adelante y otra atrás a buscar la fama”, dijo. Le abrieron las puertas de Promo Azteca. “Ahí nació el nombre de Último Guerrero”, mencionó. Su amigo Súper Punk fue Último Rebelde.

Para sobrevivir en la Ciudad de México, entró a una fábrica de soldadura, propiedad del mítico rufián Fuerza Guerrera. Aunque truncó sus estudios en una carrera técnica para entrenar, no se arrepiente. “Fue la que me sacó adelante porque de lucha no había nada”, dijo con pena.

¿Con una pobre alimentación es posible un buen rendimiento?
Se reían cuando vivía en el gimnasio porque llegaba de trabajar a las diez de la noche y me ponía a hacer ejercicio sin haber comido. Me decían el loco… Pero ahora soy Último Guerrero y me siento muy orgulloso y una persona muy realizada por hacer todo lo que quería…

La salida de la empresa surgió por una lucha de apuestas que no le convenía en lo económico y profesional. “No me sentía capacitado, me sentía débil y no la acepté… Yo quería hacer historia en México… Toqué las puertas del Consejo y se me abrieron”, comentó.


Un 12 de diciembre de 1997 el ej
ecutor del “Sentón de la Muerte” debutó en la Arena Coliseo con la segunda lucha. Pero la directiva del CMLL le pidió cambiar el diseño de su tapa. Ángel Azteca fue el creador. Viendo su gusto por una máscara en especial, se la obsequió. “Es tuya, me dijo. Se la mostré a la empresa y les encantó”, indicó.

¿Fue difícil conseguir todo el éxito?
Cuando uno tiene hambre para comer, de triunfo y muchas ganas, lo difícil pasa a segundo término. Se vuelve como un capricho. No voy a regresar a mi tierra y fracasado.


¿Entonces lo de Guerrero no es de a gratis?

Creo que no. Pero ésta es una historia mía, hay historias de muchos luchadores que han batallado bastante y otros que nacen con una estrella…




TRAS LA AGONÍA,

LLEGA LA GLORIA
Cual conquistador, Último Guerrero domina México y el mundo. “Fue el primer torneo que hizo la empresa para tener un Campeón Universal (2009) y lo gané contra Texano Jr.”, recordó. El segundo lo ganó Liger, pero el CMLL le regaló una réplica. “Está en mi casa y ahí se va a quedar”.


Su recompensa le da fuerzas para continuar en la cima. “Me siento contento y a la vez comprometido. Te tienen como un símbolo de la Laguna, así que no hay que dar marcha atrás y no quedar mal”, dijo.


Lo único que resta al “Último de su Estirpe” es ganar más máscaras o perder la suya. Si sucediera, “me volvería 2000% Guapo…”, afirmó entre risas. “Es una etapa y es algo que cuidamos mucho. Pero es un ciclo que se termina. El que lucha es el mono, no la máscara”.


¿Qué opinas de la etapa violenta del país?

Ahora estamos consternados por lo que pasó en M
onterrey. Semanas antes hubo un altercado con disparos en el estadio del Santos. Nos afecta a todos que nos dedicamos a dar espectáculo donde hay masas de público. No estamos a gusto. Ya atentaron contra los civiles y eso es denigrante.

¿Cómo puede ayudar la lucha libre?
Nosotros aportamos cierta alegría a toda la gente. Mi granito de arena es dar un buen espectáculo y que la gente que asista se olvide un poco de toda la violencia. Como lo dijo el escritor Carlos Monsiváis, la lucha libre es un desfogue donde la gente va a gritar lo que no puede gritar en casa.

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