noviembre 15, 2012

ROCKY MACÍAS, INCOMBUSTIBLE



Durante algún tiempo, el tradicional barrio del Ojo de Agua ondeó la bandera de ser el clásico semillero de luchadores profesionales en Saltillo y Rocky Macías es uno de los hijos favoritos que, aún cuando sus facultades no son tan brillantes como en el pasado, continúa sus asaltos al ring sin fatiga ni hastío.

Al lado de Jerry Estrada y Chacho Herodes.
Texto y fotografías: Miguel García-Cortesía

“Esto lo inicié como plan de cotorreo con los compas de barrio. El que más me enseñó fue el Bronco Rosales. De esa época, quedamos pocos. Ahí con la raza empecé y me gustó”, relató el barbaján conocido en sus inicios como Black Heart, quien prefirió practicar la lucha libre al beisbol.

“Los Pájaros Aztecas, Benny Cordero, Johnny Sánchez, El Pingüino, eran luchadores de renombre en Saltillo por ese entonces. De mi camada, ya somos pocos en activo”, enfatizó.

Con 34 años de experiencia arriba del enlonado, el también llamado “Rucky” Macías por la afición, no le ha fallado a su deporte predilecto. Las burlas respecto a su edad son gajes del oficio y calan hondo, pero es un hombre que se resiste a abandonar el cuadrilátero, pese al hecho de que las nuevas generaciones pujan fuerte por un lugar en media cartelera.

Desde que Jesús Trujillo Martínez se metió a fondo a los entrenamientos, debutando como Black Heart en 1978 y tomando en serio su espectáculo, ha sido reconocido por su dureza para entrenar a los nuevos valores y exigirles compromiso, dado su paso por arenas como Saltillo Oriente, Otilio “Zurdo” Galván, Deportivo Madero y Obreros del Progreso. Discípulos suyos fueron las Saetas Amarillas, Piloto 2000 y Príncipe Azul, entre otros.

Aunque aceptó que fungía como filtro para probar a candidatos a enrolarse, reiteró que la etiqueta de mentor no es para él. “Yo nunca he sido profesor. Nada más impartía lo que a mí me han enseñado”, señaló. “Cuando llegas a entrenar en cualquier arena, te dicen que hagas la punta, pones la rutina y se te pegan dos o tres muchachos”.


Con su carnal luchador, Vengador Diabólico.
“Yo fui conocido por ser muy duro para entrenar. Hasta mi hermano (Vengador Diabólico) me lo decía”, añadió a quien le apodaran “La Güera” en el Ojo de Agua, antes de echar maroma y costalazo.

Su procedimiento era el siguiente: “Vas poniendo tu rutina y ves con los nuevos quién se desempeña bien con el tiempo. Cuando empieza a echar buena maroma, se sabe levantar, jugar con las cuerdas, entonces eres candidato a aprender cómo pararse, saber lo básico en toma de referí y llave a ras de lona”.

Pero para él, encarnar la parte malvada del pancracio es todo un arte y se requiere de un alter ego: “El rudo tiene que ser fuerte, de carácter seco, para que le llames a la gente. Si no te abuchea, no te dice groserías, no eres un buen rudo, así tengas buen físico. Pero, sobre todo, más si no se tiene el don del otro yo para transformarse en el ring”.

“En los entrenamientos así me enseñaron. Si vas a pararte como señorita, ¿para qué? Debes pararte bien plantado en el ring, para que seas buen luchador. Un buen rudo es quien hace la lucha y el técnico no, él pone lo espectacular y el rudo la astucia”, destacó desde la comodidad de su hogar.

Para poner ejemplos como buen instructor, citó las estratagemas de gladiadores como Emilio Charles y Sangre Chicana. “Emilio Charles se paraba en las cuerdas, chiflaba y se burlaba para recibir los abucheos de la gente”, narró. “Sangre Chicana se paraba, manoteaba y como los ventrílocuos movía la boca. No les decía nada, sólo con el movimiento de los labios y manos ponía necia a la gente”, añadió.

Antes de hacer el viaje a México, perdió su máscara de Break Heart contra Halcón Morales en la Arena Saltillo Oriente. Su segundo padrino de bautizo en la lucha, Chacho Herodes, le puso Rocky Macías con gran acierto, con el cual el rudo veterano estuvo dispuesto a darle peso al nombre.

Enseguida, vino la tapa de Mr. Cobra, que propinó de nuevos bríos al luchador y por cinco años le hizo realizar combates en Monterrey, Nuevo León.

Sin embargo, Trujillo Martínez también admitió sus limitantes dentro del deseo por alcanzar la cima. “No puedes dar de más a lo que estás capacitado. No te puedes sobre poner a otras cosas que no puedes hacer”, explicó.

Por ello, vio con buenos ojos el quitarse la espina de acudir a la Ciudad de México y probar suerte. “Fuimos varios a México como Benny Cordero y Negro Rivera. En México hay mucho luchador bueno; hay muchas arenas y por eso buenos luchadores. Pero hay metidos desde hermanos, sobrinos y tíos. Todo el pancracio está muy familiarizado”, explicó para atenuar su regreso poco afortunado.

Con Octagón y Rey Misterio Jr.
“Ahorita hay buenos luchadores, no me gusta hacer menos a mis compañeros, pero ahora ya no hacen lo básico. Entran golpeándose y volando. La lucha ha evolucionado, estoy de acuerdo, pero sí tienes que ponerle un poco de toque y pimienta de lucha olímpica para saber qué aprendiste o qué te enseñaron tus profesores, si es que estás capacitado para una contienda de campeonato”, finalizó un guerrero experimentado y muy respetado por su trayectoria sobre los enlonados.  

TABLA
Nombre de pila: Jesús Trujillo Martínez
Nombre de batalla: Rocky Macías
Otras identidades: Black Heart y Mr. Cobra
Debut: 15 de mayo de 1978 en Arena Otilio Zurdo Galván
Cabellera: Pájaro Azteca I en el Salón Ferrocarrilero.


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