julio 24, 2011

Solar e Hijo brillan en todo su esplendor

Miguel García
Zócalo | Saltillo


Foto: Víctor Mendoza-Miguel García


De un rancho con apenas tres casas y a 3 horas de distancia del primer pueblo, yendo a caballo, surgió de Guadalajara un iluminado en el arte del llaveo al ras de lona.


Él no duraría más de 10 segundos en una postura ni repetiría un candado. Ser estático no es lo suyo. Su fama vino por brillar, raudo y veloz, más que nadie arriba del cuadrilátero.


Me considero una leyenda por el hecho de que tengo más de 30 a
ños como luchador profesional”, dijo orgulloso Solar en su visita a Zócalo Saltillo, junto con el heredero de la máscara. No es prepotencia, su trabajo y la ovación de la gente avalan su trayectoria en el ring.

Último de los grandes íconos del pancracio nacional, recordó la época extinta con funciones a diario, héroes pregonados en cada rincón de México por revistas populares y de furgonetas al tope de encapuchados durante sus caravanas por arenas
chicas y ferias de pueblo. Ahora es un embajador de la disciplina, en tránsito por el país rescatando la esencia de la lucha libre mexicana.

Sin embargo, el astro del ring también vive una evolución insólita para los gladiadores de antaño. Se enfrenta a entes como la televisión y la WWE, cuyas transmisiones robaron asistencia a los coliseos.


Tales villanos son de grandes proporciones, pero, aunque ahora el ídolo combate desde el círculo de independientes y su imagen no inunda la “Caja idiota”, citando a Rosario Castellanos, ellos no pueden tapar a Solar con un dedo.



UN CLÁSICO NO SE OLVIDA
La buena lucha, la verdadera lucha, es como las canciones de los grandes ídolos como José Alfredo Jiménez, que jamás pasarán de moda”, enfatizó el discípulo del Diablo Velasco y René “Copetes” Guajardo sin temor a ser eclipsado. “Otras son modismos, dejan de salir y se le olvida a la gente”.

Para muestra de ello, además de robar aplausos en la Arena Pavillón del Norte, señaló la función del 3 de julio en la Arena Naucalpan. “La prueba está en que la gente, cuando empezamos a luchar el Negro Navarro y un servidor, le gustó muchísimo. Empezó a gritar: ‘Esa es lucha, queremos lucha’”.

Su amor por este deporte espectáculo fue a primera vista, reconoció el originario de Zacoalco de Torres, comunidad de Jalisco. Toda su infancia la vivió cuidando vacas y haciendo labores del campo, pero cuando fue a la Arena Coliseo de Guadalajara vio luchar a su futuro mentor en Monterrey y su padrino de bodas, René Guajardo, así como a Ángel Blanco y El Solitario, con quien vivió un tiempo.

Me deja una gran satisfacción haber luchado con todos los monstruos de la lucha libre, haberlos conocido a todos como El Santo, Blue Demon, El Huracán Ramírez, Ray Mendoza”, explicó.

Para rescatar la esencia de su disciplina, advirtió que ahora ha avanzado tanto la lucha, con técnicas y llaves, que podrían practicar el estilo de combate al ras de lona con castigos y movimientos del judo y otras artes marciales como sucedió con su ahijado en Japón, antes Dos Caras Jr. y ahora Alberto del Río en la WWE.

A la gente le gustan vuelos pero están abusando mucho. Deberían de luchar más al ras de lona”, afirmó. “La gente saldría muy contenta de un combate con luchadores así”.

ÍDOLOS DE REVISTA
Solar expuso que antaño la revista fue su única plataforma para darse a conocer y funcionó. “Antes éramos luchadores de pura revista, no éramos de televisión”, comentó. “La televisión es buena nada más para hacer entrevistas pero no para pasar 10 horas de lucha. Eso afecta”.

En ‘Lucha Libre’ de Valente (Pérez) fue donde surgió Mil Máscaras, Tinieblas, Sangre Fría. Me acuerdo de una imagen”, indicó. “Decía próximamente debutará Mil Máscaras y salía una silueta. Duró como un año con esa publicidad. Cuando debutó, la gente ya lo conocía”.

De hecho, Alberto del Río emuló esta tradición y, en la revista oficial del universo WWE, imitó a su padrino en una postura idéntica con la foto que ilustró la entrevista. La imagen es similar a la de Solar tomada por Lourdes Grobet, salvo la sustitución del perro por el jaguar, porque Del Río confiesa que el can le daba miedo cuando niño. El gesto fue del agrado del enmascarado.

Qué bueno que les guste la foto y que él lo haga. Yo le digo mijo, es mi ahijado y lo quiero mucho”, expresó satisfecho de que hubiera triunfado. “Él es un gran guerrero, un buen luchador. Tiene experiencia y muy buenos cimientos”.

Como su “mijo” delgadito, así evoca Solar al llamado en México “Gigante Potosino”. “Él estaba bien delgadito e íbamos a entrenar donde era el gimnasio Platino. Lo enseñaba a pararse y él se metió a otros gimnasios en México o San Luis”, dijo. “Creo que fui el primero en entrenarlo antes que su papá”.

BRILLARÁ CON LUZ PROPIA
Por su parte, el joven esteta y licenciado en Psicología, Hijo de Solar, no rehúye al compromiso, pero el legado de su padre pesó al principio de su carrera hace cuatro años, incluso cuando fue Balam.
Por eso empecé con otro nombre para agarrar lona y aclimatarme”, confesó. “Al año debuté como el Hijo de Solar. La primera lucha me sentía muy nervioso. Hubo algunos errores pero nada tan grave”. Su mentor, al igual que el Negro Navarro lo hizo con sus vástagos Trauma I y II, fue su padre.

Sin embargo, de los cuatro hijos ninguno pensó en continuar la leyenda y él se decidió a hacerlo. “Al principio lo hice como deporte. No quería ser profesional. Pensé que no estaba a mi alcance”, reveló.

Pero poco a poco iban compañeros a entrenar con mi papá y veía que me salían cosas que ellos no podían hacer”, señaló. “Fue cuando le dije a mi papá que me gustaría debutar profesional. Entrenamos más tiempo y más duro”.

Al contrario de hijos de luchadores como El Santo o Blue Demon, “El Solesito” —como le nombró la Porra 2000% Ruda de Saltillo en el Coso de la Bellavista—, siempre supo la otra identidad de su padre.

Iban muchos luchadores a la casa”, manifestó. “Cuando estuvo aquí el Gigante Silva, iba con mi papá a recogernos a la secundaria y era la novedad con los compañeros”. Lo único que les advirtió su mamá es que no revelaran el secreto.

Mi padrino es Dos Caras y el de mi hermano es Súper Astro. Entonces en las comidas y eventos que teníamos siempre había luchadores”, recordó. “Conviví mucho cuando estaba más chico con el que es ahora Alberto del Río. Me regalaba muñequitos de He-Man. Jugábamos con estos e íbamos a su casa”.

No obstante, de una u otra forma, los cuatro hijos de Solar están metidos en este deporte. “Mi hermana es maquillista y a ella le tocó hacer la película de Nacho Libre, trabajó ahí”, dijo. “Mi otro hermano ayudaba a mi papá tomando fotos instantáneas en las arenas y a vender playeras y llaveros. Mi otro hermano entrena más “vale todo” y conoce muchos luchadores”.

Si se diera la oportunidad de emigrar a la WWE, para el Hijo de Solar, “sería un honor” compartir cartel con Alberto del Río y Rey Misterio. “Allá abarca un nivel global, aunque aquí también se llega a otros países, sobre todo a Japón y Estados Unidos, a lo mejor a Centroamérica. Pero la WWE sí llega a otros rincones”, reiteró.

EL DATO
Solar y Negro Navarro tendrán una gira el 28 de julio por Japón hasta el 3 de agosto. “El público de allá, cuando luchas y seas rudo o técnico, la gente te aplaude. No es como aquí. Si el rudo lucha bonito, la gente le aplaude”.

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