octubre 07, 2011

Tempestad en Saltillo. ¡A prueba de catástrofes!

Miguel García
Zócalo Saltillo

Foto: Miguel García-Archivo-Cortesía

Cuando se quebró la pierna en tres partes, el accidente que lo mantuvo en cama, con muletas y yeso durante un año y ocho meses no cesó su deseo por convertirse en luchador profesional. Con su nueva identidad, el joven atleta de 18 años regresó al cuadrilátero hace 8 meses con el deseo ferviente por ser uno de los mejores rudos del país.

Entonces el hijo de la catástrofe pisó la Arena Pavillón del Norte un 13 de febrero del 2011 y retornó al ring tras recuperarse de sus heridas y con un mejor entrenamiento bajo la tutela del mandamás del clan Diablo. Con los secretos del infierno, Tempestad hizo eco de su furia castigando duro y sin piedad a sus rivales en turno.

“Desde que entrené, llegué con esa ilusión de ser un gran luchador y mi maestro Green Demon siempre me ha dicho que su escuela es de alto rendimiento y de gladiadores de calidad”, precisó.

Por lo pronto, el saltillense llegó a las luchas intermedias y forja un interesante pique con su contemporáneo Smoke, también surgido del Coso de la Bellavista.

Discípulo por un año y dos meses del Diablo Mayor, el rufián viste de tirantes y calzón en colores negro, naranja o azul. Aunque clásico en su equipo, es irreverente arriba del ensogado, sin respeto por la anatomía ni peligro del rival, porque busca el interés del público, el triunfo y la fama. Por ello reconoce el papel primordial de los más fieros.

—¿Para ti cómo debe ser un rudo?
Con muchas agallas y ángel para el público. El rudo es el que hace el espectáculo. Sin un rudo, el técnico no hace nada. Es un complemento como todo. Durante el trayecto de la lucha, lo que hace Tempestad todo es espontáneo arriba del ring y creo le ha gustado a la gente.



ECOS DEL DESASTRE


Aunque con su primer personaje tuvo el accidente en la Arena Obreros del Progreso al caer sobre su pierna y quebrarse talón, tibia y peroné, Tempestad no perdió los ánimos y volvió en grande.


“Estuvimos en una gira del IEPEC durante 2 meses por todo el estado”, informó de su debut. “Ahí nos trató la gente muy bien. Durante la gira estuve luchando bajo el nombre de ‘Voto Guerrero’. En esa gira es donde debuté y conocí el cuadrilátero profesionalmente”.


“El día del aniversario de la APN fue la función donde he visto más gente y he sentido la adrenalina al máximo en el cuerpo de Tempestad para demostrarle un gran espectáculo a la gente”, reconoció al disputar una de sus primeras funciones en cartelera con estrellas de nivel nacional.


Más tarde, viviría en el barrio Ojo de Agua de Saltillo una épica batalla con gente de pie y en la azotea de su casa observando su derrota ante la dinastía del Zorro Plateado Sr.


Con su carrera en ascenso, intentará brillar más que nadie entre los ruines del cuadrilátero. “Mi sueño es ser forjar un propio estilo en la lucha libre mexicana, ser un ídolo y quisiera pertenecer a la mejor empresa de México, el CMLL”, finalizó.

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