mayo 01, 2012

EN EMPATE SANGRIENTO, SIENTAN DE CABEZA A CAMPEÓN
















Miguel García
Zócalo | Saltillo

Foto: Miguel García

En un combate de alarido, Piloto 2000 y Guerrero del Ring escribieron el pasado domingo un capítulo tinto en sangre para su añeja rivalidad. En la lucha semifinal de la Arena Pavillón del Norte, se dieron de sillazos, manotazos al pecho y hasta con la cubeta, literalmente.

Con 'La de a Caballo', Piloto 2000 pasó las de Caín. 
El motivo para que el rudo ruletero, Guerrero del Ring, se ensañara en castigar con marrullerías y sin parar al Campeón Welter de Coahuila, Piloto 2000, es obtener una oportunidad por el título en cintura del ídolo saltillense.


El intercambio de golpes a mano abierta
fue brutal para el pecho de los contendientes.
Tras declarar empate porque ambos gladiadores terminaron eliminados y bañados en líquido escarlata por permanecer fuera del ring durante el conteo del “rayado”, éste tardó en separar a los oponentes, cuyas palabras se cruzaron para pactar duelo de apuestas.

Hasta con la cubeta se dieron.

Pero antes de exponer su título defendido contra rivales como Loco Max, Hijo del Signo y el mismo Guerrero del Ring, Piloto 2000 quiere la cabellera del odiado rival, mientras el cuñado del Guerrero Negro no quiere más aduanas y sólo busca su revancha para apoderarse del cinturón.



VISITA DINAMITA
Para la batalla estelar de la noche en el Coso de la Bellavista, hubo muchos cambios en el programa. No se presentaron los Zorros Plateados ni Latino. En su lugar, Espartaco y Dragón Oriental se vieron las caras ante Máscara Año 2000 Jr. y Tempestad.



En el último episodio, cuando el menor de los llamados “Capos Jr.” fauleó a Dragón Oriental para llevarse la victoria, Hijo de Miguelín estaba seminoqueado y no pudo realizar el conteo. Pero Espartaco se dio cuenta de sus intenciones y, como se sabe, al gladiador le hirvió la sangre y con tremenda patada le sacó el aire de la misma forma para ser descalificado por el referí y entregar el triunfo a los jóvenes rufianes.
 





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