“Ganar la noticia del día era como anotar un touchdown”, así resume don Agustín sus dos pasiones más intensas en la vida; mención aparte su manía por el cine y películas que nunca ve.
La pluma fue su aliada en las canchas, “dándole a la tecla” para el “Sol del Norte” durante 34 años. El balón de futbol americano rigió su vida en el Tec Saltillo sólo cuatro; pero ese tiempo bastó para hacer de él un líder exitoso, no sólo en el emparrillado.
Con olfato para la exclusiva y la zona del touchdown, Agustín García Ramos pasó de mandar la ofensiva de los Burros Pardos a dirigir el conjunto universitario por 53 años, imponiendo escuela. En su carrera de periodista, fue la “cabeza sin serlo” del “Sol del Norte”, pero nadie lo hizo oficial.
La pluma fue su aliada en las canchas, “dándole a la tecla” para el “Sol del Norte” durante 34 años. El balón de futbol americano rigió su vida en el Tec Saltillo sólo cuatro; pero ese tiempo bastó para hacer de él un líder exitoso, no sólo en el emparrillado.
Con olfato para la exclusiva y la zona del touchdown, Agustín García Ramos pasó de mandar la ofensiva de los Burros Pardos a dirigir el conjunto universitario por 53 años, imponiendo escuela. En su carrera de periodista, fue la “cabeza sin serlo” del “Sol del Norte”, pero nadie lo hizo oficial.
El periódico absorbió tanto su vida que, a su ahora esposa, Cristina Cárdenas, la conoció en un juego de beisbol entre el diario y la Academia de Coahuila, cuyo edificio estaba a un lado de su casa editora. “Si no lo veo ahí, ni lo conozco”, dice la madre de Cristina, Agustín, Luis y Sergio.
Pero cuando llegó un reportero, antes suyo, a ocupar la dirección del rotativo que tanto quería, abandonó la empresa: “Tuve un arranque norteño y redacté mi renuncia al nuevo director… A mi mujer le dije: ‘Acabo de renunciar, vámonos al cine’”.
“En el periódico trabajé de marzo del ‘56 hasta octubre del ’89. Nunca falté, fui constante pero arriba no lo vieron”, rememora junto a una de las paredes con reconocimientos en su casa.
UN ‘MARISCAL’ DE
LARGO AGUANTE
Un día estiró su brazo para arrojar, de guinda y blanco, su primer envío cortando yardas. Era una promesa. No dejaría su equipo ni institución desde 1954. El estudiante entrenó bajo órdenes del coach Martín García, fue receptor y, con Ricardo Peart al frente, fue mariscal y capitán del equipo.
Hubo una época en la historia del Tec Saltillo que engrosa su palmarés deportivo; su guía fue Agustín García. Durante 10 campañas los Burros pardos jugaron en la Conferencia Nacional de Ascenso de la Onefa; pero una estirpe de rocinos “vino tinto” fue imbatible del 90 al 93.
El equipo del ITS fue tricampeón consecutivo en intermedia regular e intermedia novatos. Se coronó en seis ocasiones de forma continua e invicta. Los equinos ganaron 38 juegos, no perdieron ninguno y empataron tres. Anotaron 921 puntos y aceptaron 183 en esa racha de oro.
HISTORIA DE GUINDA Y BLANCO
Su legado se extiende por cada rincón del campus, la mayoría lo conoce y en el aniversario 60 del Instituto Tecnológico de Saltillo, su historia en la institución cobra más vigor y vigencia.
—¿No se extrañan las viejas glorias de esta institución en el deporte de las tacleadas?
—Enfrentarse a equipos de universidad, tratar de vencerlos, es revivir una tradición que de repente se pierde. El futbol americano de Saltillo merece todos sus actores. No decimos que el Tec es indispensable; lo somos como es Sistemas, Ingeniería Civil y Enfermería, de reciente creación.
Pese a su amor por el juego y el ITS, ya piensa en el retiro. “Tengo la idea muy firme de que me debo ir; espero no hacerlo con los tenis por delante. Cuando vea una persona con las condiciones, experiencia, conocimiento y quiera al Tec, seré el primero en hacerme a un lado”. (Arriba) Con Luis Villanueva Páramo "Kid Azteca".
PERIODISTA POR SIEMPRE
“No había escuela, todo era empírico”, admite. “Empecé a ser reportero deportivo porque en el Tec fui editor del periódico La Burrita. Hoy sigo siendo periodista”. Sus amigos reporteaban, se imprimía un ejemplar amarillo con letra guinda y notas que él llama “de vacilón, otras serias”.
La Burrita no rebuznó más. Había sitio en la página deportiva del “Sol del Norte”. Agustín inició sin cobrar, pero a 20 días su papá, modesto chofer de rutas urbanas, amenazó con llevárselo.
Así, vía paterna, consiguió su primer sueldo de 24 pesos a la semana. “Yo era feliz escribiendo. A mí con que me dieran para mis cigarros, mis dulces y para ir al cine”, comenta.
MUCHO CAMINO RECORRIDO
Desde México confirmó que habría equipo para la LMB en Saltillo. Entrevistó al gran “Beto” Ávila, al maestro “Armillita” en el hotel Ramos Arizpe y al ex presidente Luis Echeverría. Supo, minutos antes que nadie, del trenazo de Puente Moreno. Y un día lo sacaron del cine para sustituir al anterior jefe de redacción. Todo lo hizo siendo head coach del Tec Saltillo.
—¿Fue difícil compaginar periodismo y futbol americano?
—Pude haber flaqueado, pero no lo hice. Mi padre me dijo: “Nunca le quites mérito a lo que hagas ni dejes de criticar lo que necesita ser criticado”.
“En el periódico trabajé de marzo del ‘56 hasta octubre del ’89. Nunca falté, fui constante pero arriba no lo vieron”, rememora junto a una de las paredes con reconocimientos en su casa.
UN ‘MARISCAL’ DE
LARGO AGUANTE
Un día estiró su brazo para arrojar, de guinda y blanco, su primer envío cortando yardas. Era una promesa. No dejaría su equipo ni institución desde 1954. El estudiante entrenó bajo órdenes del coach Martín García, fue receptor y, con Ricardo Peart al frente, fue mariscal y capitán del equipo.
Hubo una época en la historia del Tec Saltillo que engrosa su palmarés deportivo; su guía fue Agustín García. Durante 10 campañas los Burros pardos jugaron en la Conferencia Nacional de Ascenso de la Onefa; pero una estirpe de rocinos “vino tinto” fue imbatible del 90 al 93.
El equipo del ITS fue tricampeón consecutivo en intermedia regular e intermedia novatos. Se coronó en seis ocasiones de forma continua e invicta. Los equinos ganaron 38 juegos, no perdieron ninguno y empataron tres. Anotaron 921 puntos y aceptaron 183 en esa racha de oro.
HISTORIA DE GUINDA Y BLANCO
Su legado se extiende por cada rincón del campus, la mayoría lo conoce y en el aniversario 60 del Instituto Tecnológico de Saltillo, su historia en la institución cobra más vigor y vigencia.
—¿No se extrañan las viejas glorias de esta institución en el deporte de las tacleadas?
—Enfrentarse a equipos de universidad, tratar de vencerlos, es revivir una tradición que de repente se pierde. El futbol americano de Saltillo merece todos sus actores. No decimos que el Tec es indispensable; lo somos como es Sistemas, Ingeniería Civil y Enfermería, de reciente creación.
Pese a su amor por el juego y el ITS, ya piensa en el retiro. “Tengo la idea muy firme de que me debo ir; espero no hacerlo con los tenis por delante. Cuando vea una persona con las condiciones, experiencia, conocimiento y quiera al Tec, seré el primero en hacerme a un lado”. (Arriba) Con Luis Villanueva Páramo "Kid Azteca".
PERIODISTA POR SIEMPRE
“No había escuela, todo era empírico”, admite. “Empecé a ser reportero deportivo porque en el Tec fui editor del periódico La Burrita. Hoy sigo siendo periodista”. Sus amigos reporteaban, se imprimía un ejemplar amarillo con letra guinda y notas que él llama “de vacilón, otras serias”.
La Burrita no rebuznó más. Había sitio en la página deportiva del “Sol del Norte”. Agustín inició sin cobrar, pero a 20 días su papá, modesto chofer de rutas urbanas, amenazó con llevárselo.
Así, vía paterna, consiguió su primer sueldo de 24 pesos a la semana. “Yo era feliz escribiendo. A mí con que me dieran para mis cigarros, mis dulces y para ir al cine”, comenta.
MUCHO CAMINO RECORRIDO
Desde México confirmó que habría equipo para la LMB en Saltillo. Entrevistó al gran “Beto” Ávila, al maestro “Armillita” en el hotel Ramos Arizpe y al ex presidente Luis Echeverría. Supo, minutos antes que nadie, del trenazo de Puente Moreno. Y un día lo sacaron del cine para sustituir al anterior jefe de redacción. Todo lo hizo siendo head coach del Tec Saltillo.
—¿Fue difícil compaginar periodismo y futbol americano?
—Pude haber flaqueado, pero no lo hice. Mi padre me dijo: “Nunca le quites mérito a lo que hagas ni dejes de criticar lo que necesita ser criticado”.
1 comentario:
El callos .... No digan mentiras de Gustin Garcia, fue un jugador oscuro, nadamas serivia para estorbar en el equipo, alguien qe lo conosemos desde que ingreso al tecnologico de saltillo, le pido al autor de este escrito que se informe bien sobre todas las mentiras que dice en su artico por que tiene un 90% de mentiras. Gracias.
pp.
que recuerde como lloraba por que no lo metian en los juegos, cuando era el entrenadur Saul Meneses.
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