Miguel García
Zócalo | Saltillo
Foto: Miguel
García-Cortesía
“Hay gente que la
estoy atendiendo en la mesa y me ha saludado. Hay otros que me echan porras en
el evento: ‘¡Sarapero, Sarapero!’. Yo los atiendo con mucho gusto porque me
gusta servir”, expresó el rudo que ha
sido un calvario para los técnicos entre los más recordados por la afición y un
orgullo para su tierra natal.
Calibre 57 / Pelotas |
Su cordialidad en la
mesa es un excelente antifaz para el ruin gladiador, cuya trayectoria de 40
años está cubierta de líquido escarlata, desde su bautizo de sangre contra el
Cavernario Uribe hasta su lucha de apuestas con el menor del trío Saraperos.
“Hubo muchas
luchas sangrientas porque me gusta bañarme en sangre”, dijo recordando al Zorro
Plateado (+). Incluso Saltillo se quedó con el deseo de ver la lucha de
apuestas entre las leyendas saltillenses de ambos bandos, José Aguirre Quirino
(Zorro Plateado) y Federico Lara (Sarapero I).
“A mí me odiaban,
me escupían, me aventaban hasta tetas y pañales con popó del niño recién
nacido. Pero a mí me satisfacía y nunca ofendí al público”, señaló orgulloso.
Su sello en la mesa es la simpatía. |
El gusto por
saltar y llavear entre los cuatro ángulos nació en su infancia. “Años atrás,
cuando estábamos chamacos, íbamos al Estadio Saltillo a ayudarles para que nos
dejaran ver la función cuando venía Ray Mendoza, El Santo, Blue Demon y El
Cavernario Galindo”, relató. “De ahí nos nació el amor”.
Tras su debut como
El Plebeyo y el servicio militar, hizo sus maletas con 20 años de edad para
trabajar y entrenar en Monterrey junto con su hermano Pancho, Frank Cortés (+).
Su capacitación corrió a cargo del maestro Rolando Vera, Mr. Lince, Bulldog
Villegas, Farfán, Chucho Villa, Carnicero Aguilar y El Cavernario Galindo.
Con La de a Caballo castiga a Pájaro Azteca. |
RUDO DE FIBRA
MULTICOLOR
El estilo de don
Federico era tan fiero que una vez cuando luchó contra su hermano, El Sarapero
III, lo mandó al hospital tras aplicarle un martinete y luego lo persiguió para
repetirle la paliza, representando el pasaje bíblico de Caín y Abel.
Desde entonces, el
fundador de la Dinastía Arcoíris saltaba al ring con una quijada de burro colgando
del cuello. Con ella maniataba a golpes a sus rivales y propia familia. Fue tal
el repudio, dejaba la atmósfera tan caliente con sus combates, que su propia
madre le amenazó por tener a su hermano bañado en sangre.
“Salieron mis
hermanos como técnicos y todos la felicitaban. Salí como rudo y me empezaron a
insultar con mi madre presente al grado de que ella salió llorando”, recordó. “Imagínate
la impresión mía cuando la gente me odiaba. Mientras más te odie, sin darse
cuenta te está llevando a la cúspide”.
Respecto a los
nuevos valores de la lucha libre, comentó: “No saben ni pararse en un ring. No
tienen carisma. Traen unos equipos muy bonitos y cuerpazos que dan miedo. Pero
realmente el que anda dentro no sirve para nada. Y se lo compruebo cuando él me
diga”.
“Si sabes trabajar, dominar y entender al
compañero, si sabes que te va a cuidar para dar un espectáculo hermoso con
salidas y llaveo, ese es rudo”, precisó. “Tiene que poner lo demás, desde
fichas, botellas, tinas, pero sin dañar, lastimar ni ser grosero con el público”.
Con su hermano menor, Sarapero III. |
TATUADOS
Su cariño por
Saltillo y capacidad de innovación le llevó a tomar a Sarapero como su nombre de
batalla para consagrarse en el norte de México. Fue aficionado a practicar
futbol soccer y el ciclismo, pero lo suyo fue el deporte del pancracio aunque
la gente no lo recuerda hoy en día y dudan de su existencia.
“Somos de aquí,
nacidos en Saltillo, y realmente es donde menos se nos ha valorizado. Tenemos
hasta en el cuerpo el sarape pintado”, afirmó. “Le hicimos honor a Saltillo
cuando existía la fábrica 'La Favorita', mundialmente conocida por hacer el mejor
sarape”.
“Incluso la gente
nos decía “Los Arcoiris” por los colores tan hermosos del sarape de Saltillo”,
recordó en una de tantas recepciones. “En la Plaza de Toros de Victoria,
Tamaulipas, nos aventaban hasta claveles y rosas porque les fascinaban los
colores del sarape y la máscara”, añadió.
Durante su estadía
en la Sultana del Norte, los hermanos investigaron y hurgaron en busca de un
nombre original para una pareja. “En aquel tiempo no existía ni la Liga
Mexicana (de Beisbol) y nació la idea de traer a Los Saraperos”, dijo. “Aquí
nos conocieron como tales Martín “Copetes” Palomo y el Imperio Rojo, (luchando)
por primera vez en una escuela”.
Con el Pantera Negra fue una gran pareja. |
DEVUELVE
EL COLMILLO
“Considero que aún
tengo ángel y carisma para seguir luchando, pero te empieza a cobrar factura la
vida ya no es igual. Si fui bueno, ya no lo quiero denigrar; si fui malo, ya no
le quiero echar tierra”, aceptó. Por
ello, entre febrero y noviembre de cada año ahora prepara a los nuevos
luchadores en el Gimnasio Coahuila.
“Hay que saber
desde lucha grecorromana, lucha olímpica, llaveo al ras de lona. Ahora no, nomás
se avientan como cirqueros, nomás vuelan”, exigió. “Aquí hay que luchar, dar un
espectáculo no como en la era romana donde te matabas hombre contra fiera. Aquí
es circo, maroma y teatro”.
“Somos sencillos y
nos gusta apoyar”, aclaró su faceta solidaria. Como luchador, también participó
en luchas a beneficio para iglesias como la de la Sagrada Familia, de Anáhuac,
y también para escuelas. “Veníamos de Monterrey a luchar y nunca cobrábamos un
cinco para esas instituciones. Nos nace ayudar a la gente y mucha lo sabe”,
finalizó.
¿QUIÉN ES?
Nombres de
batalla: El Sarapero I y El Plebeyo en sus inicios.
Nombre de pila:
Federico Lara Hernández.
Edad: 63 años.
Debut: 6 e agosto
de 1972 en el Deportivo Madero.
Maestros: Rolando
Vera, Mr. Lince y Cavernario Galindo.
Rivales: Mil
Máscaras, Hijo del Santo, Blue Demon Sr. y Dr. Wagner.
EL DATO
Su bautizo de
sangre (argot) lo recibió ante el Cavernario Uribe.
Como promotor abrió
en el Gimnasio “La Maquinita” el Coliseo 2000.
Perdió la máscara
contra el Pájaro Azteca en “La Maquinita”.
NUMERALIA
1 de noviembre de 1992 perdió la cabellera contra su hermano Sarapero III.
40 años de
luchador es la trayectoria de don Federico Lara.
30 años ha
caracterizado el segundo personaje de su carrera, El Sarapero I; el primero fue
El Plebeyo.
SUS TROFEOS
MÁSCARAS
Rey Demonio
Potro Blanco
Dr. Infierno
Gran Kalú
CABELLERAS
Forastero
Gran Kalú
Halcón Morales
Max Ramos
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