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noviembre 21, 2012

MR. ÁGUILA Y ÁGUILA ORIENTAL, RUDOS DE MAL AGÜERO



Los luchadores Mr. Águila y su pollo, Águila Oriental, han sido rivales en el encordado e incluso se retaron en una lucha de apuestas por la greña, pero conservan esa unión que no los separa por más pique que haya entre ellos, compartiendo su deporte favorito a golpe y porrazo arriba del ring.

Texto y fotografías: Miguel García

No importa su relación de nombre y apellido, tampoco el respeto del hijo por su padre, cada enfrentamiento es garantía de que sobre el cuadrilátero se derramará el mismo sudor y sangre. Los dos emplumados continúan dándose patines y moquetes, pese a las rencillas y buenos ratos en casa.


Aunque el padre sigue en activo y aparece en las arenas de forma esporádica, su Júnior conserva vigente en Saltillo la imagen del ave reina de todas. De tal cascarón, tal yema. El ave de presa se ubica en la cúspide de tronos y coronas. Por eso, el heredero no se queda atrás, él ya fue campeón.

El par de gladiadores eligieron esconder su incógnita detrás de una máscara rojinegra. Con experiencia en las diferentes arenas de la localidad, ambos gladiadores han hecho exhibiciones ante fuertes y variados oponentes. De hecho, es frecuente encontrarlos en disputa porque se topan en la esquina opuesta. El pollo le salió “muy gallito” al señor Águila.


BATALLA DE EGOS
En cierta ocasión, Águila Oriental llevó a otro nivel las pugnas comunes entre padre e hijo, dejó a un lado los lloriqueos y berrinches para saldar cuentas en el rombo de combate, pues desafió a su progenitor por la cabellera en la Arena Obreros del Progreso.

Sobre esta rivalidad, Mr. Águila evocó algunos episodios de 2008: “Utilicé una máscara como antifaz, traía el cabello largo. A pique y pique entre los dos, optamos por un combate por la cabellera, más que nada por no mover la incógnita. El combate estuvo bueno, nos enfrentamos como si fuéramos desconocidos, con una rivalidad buena, y en esa ocasión yo la perdí”.

“Ha sido difícil, porque al enfrentarnos entre padre e hijo, de la misma familia, sientes cierto temor a lastimar, riesgo en sobrepasarme o caer mal, pero gracias a dios nos han tocado buenas luchas”, añadió.

Por su parte, el vástago de Mr. Águila también opinó: “Sentía nervios de pegarle o pegarle mal, por si se molesta o algo. No pegas con la misma confianza. Sientes nervio de que llegues a ganarle. Así es al principio, pero ya (no molesta)”.


CAMBIA PLUMAJE
Con 15 años encarnando el personaje de Mr. Águila —incluso antes del Mr. Águila que estuvo con Los Perros del Mal, del Hijo del Perro Aguayo—, entrenando con la Pantera Negra y realizando su debut en el Salón Ferrocarrilero, él legó su primera identidad a su hijo.

“Yo era primero Águila Oriental, luego cambié a Mr. Águila y le pasé el nombre a mi hijo”, afirmó. Legado de mucho compromiso para el heredero, ha sabido llevarlo por buen cauce a nivel local.

Ahora, a pesar de la inactividad sobre el ensogado debido a su trabajo en la fábrica, confesó que por lo pronto no ha pensado en el retiro. “Mi idea es ver si podemos aguantar un rato más y seguirle”, reiteró. De hecho, ha cumplido su palabra, pues se le ha visto en funciones especiales de la Arena Obreros y en el Barrio Ojo de Agua.


SALIDO DEL CASCARÓN
Respecto al pasado de su hijo en el deporte del costalazo, su padre señaló: “A él lo empezamos a entrenar desde los ocho años, a los doce empezamos a debutarlo ya con nosotros mismos y tuvo la suerte de tener buenos maestros, como Green Demon, y (luego) se juntó con los Dragones. Ha tenido buena escuela. De los 15 en adelante lo aventaron a nivel profesional, de lleno. Desde ese entonces ha venido trabajando con todos, les ha dado la vuelta y se halla muy bien, le gusta”.

Águila Oriental hizo su primera aparición el 14 de diciembre del 2000 contra Fly Star y Black Star, y al igual que su padre ama la lucha libre: “Tengo otro trabajo pero (la lucha) es lo que más me gusta”.

Sin embargo, el menor de los emplumados prefirió la escuela de los rufianes y repudiados por la afición: “Yo solo me definí rudo. Cuando debuté lo hice como técnico, duré alrededor de tres años y ahorita sigo de rudo. Lo que me gusta es hacer enojar a la gente”.

Actualmente, ha conformado una dupla de miedo con Argos y ambos ganaron el Campeonato Estatal de Parejas de Coahuila durante su etapa en la Arena Pavillón del Norte. Al lado de Hijo del Guerrero Negro, surgió la tercia “Fusión Maldita”; más tarde, en la Arena Obreros del Progreso, sin el Guerrero, aceptaron a Sombra Lagunera para dar vida al nuevo trío de malvados.

RECURSO ‘DESTAPADO’
Como parte de su repertorio, Águila Oriental efectúa algo nada común en la lucha libre. Mientras el público está observando el combate, él se quita de repente la máscara tras ser golpeado y se la vuelve a poner para sorpresa de quien no lo ha visto.

“Se me ocurrió una vez. Mucha gente va muy estresada y yo me encargo de quitárselo. Muchos se ríen o me gritan cosas, pero uno como rudo tiene que aguantar todo, es lo primero que te dicen los maestros”, recordó.

Muchas veces gasta la broma con buenos resultados y arranca varias carcajadas, aunque en el peor de los casos la afición le implora porque se vuelva a poner la máscara.

“Es un recurso que utiliza él para hacer que la gente se emocione o se enoje. Busca la manera y a lo mejor la enciende con el hecho de quitársela”, finalizó su papá orgulloso.

noviembre 13, 2012

SOMBRA LAGUNERA: ENTRE ROCK Y LUCHA LIBRE



Con la rebeldía de la música estridente y del rudo que dormitaba en su interior, Sombra Lagunera superó las críticas arriba del ring, inspirado en la esencia del rock metal y hardcore, para callar las bocas de quienes afirmaron que él no podía ser luchador profesional.


Texto y fotografías: Miguel García-Greg Ruiz-Cortesía

“Muchos me discriminaron, decían que nunca iba a hacer nada en la lucha. Me subía a luchar y me bajaban. Después que entrenaban ellos, me subía solo”, recordó la época previa a su debut el 15 de julio de 1985.

“El único que me echó la mano para corregir las cosas fue Cafre II. Fuego Rojo me hacía a un lado y me tapaba todo”, añadió para después resaltar orgulloso: “De todos de los que me decían que no iba a serlo, ahorita ninguno de ellos lucha ya”.

No es una actitud fingida ni pose para la foto. Desde su vestimenta hasta los tatuajes, la apariencia del gladiador local es auténtica, no impuesta por un promotor, y el miembro rockero del clan Casas y estrella de AAA, Heavy Metal, puede dar constancia.

Las bandas favoritas de la Sombra son Slayer, Crypters, Nirvana y Ramones. Su colección de discos y camisetas es evidencia suficiente sobre el sillón y mesa del hogar.

En un deporte espectáculo donde la imagen es el primer medio para conseguir fans, el saltillense con 27 años de trayectoria sobre los enlonados descarta tener el corazón tan ruin, pese a su fibra de rufián, como para engañarse a sí mismo.

Admite que el secreto para seguir vigente es la fidelidad a su esencia como luchador, es lo que le ha hecho buen exponente y una referencia en el pancracio de la capital en Coahuila.

“Necesitas ser tú, sacar tu propio estilo y perder el miedo a la gente porque sí te agrede mucho”, recomendó a los valores novatos en crecimiento dentro del lado oscuro. “No me visto así por la imagen, sí me gusta el rock”, enfatizó. Sus ídolos fueron Jerry Estrada y La Fiera, pero sólo los siguió en su forma de vestir.

ENTRA EL ROCK
A SER RELEVO
Después de seis años de encarnar a Sombra Lagunera en el cuadrilátero, cuando tenía 19, surgió el interés por manifestar sus cualidades artísticas a través de los instrumentos de cuerda y no quiso expresarse sólo con los gestos del rostro, llaves y acrobacias.

Ese nuevo impulso lo llevó a incursionar en la música, específicamente en el mítico rock impulsado por el Rey Elvis, sin hacer a un lado el arte del catch.

“Iba a las tocadas en Saltillo, nos juntábamos seis chavos hasta que formamos nuestro grupo. Pero no sabíamos tocar nada. Agarramos guitarras acústicas, mi hermano tocaba la batería y lo hacíamos hasta con botes y cajas”, recordó.

De pronto, músicos profesionales los invitaron a ensayar con ellos. “Nunca habíamos ensayado con instrumentos. Una semana antes tuvimos que rentarlos. Empezamos a sacar canciones propias, el vocalista componía y nosotros le poníamos música”, relató.

Pero por sus giras en los escenarios de doce cuerdas, tuvo que silenciar la guitarra durante algún tiempo. Nunca prefirió menos el combate cuerpo a cuerpo que otras actividades, sólo un año duró inactivo a causa de una lesión en la espalda que se agudizó. Fueron tres vértebras desviadas.

“Empecé a viajar por la lucha, consiguieron a otro bajista y me salí del grupo (el primero, Shadow blood). Cuando tenía pausas en las giras, armé otro grupo (Nightmare). Después, surgió Subversion Punk”, comentó.

Tres demos y puros covers forman parte de su repertorio como integrante de todas esas bandas. Una ocasión una de las bandas ganó el tercer lugar de un concurso, aunque los descalificaron por atribuir que su canción de introducción no era de ellos.

GOZA ‘SOMBRA’
ENERGÍA Y LINAJE
Sin embargo, a sólo tres años de cumplir los 30 en el deporte del costalazo, el miembro actual de la Fusión Maldita, junto a Argos y Águila Oriental, espera sean diez más para compartir el entarimado con sus vástagos, Sombra Lagunera Jr. y Sombra Guerrera.

Por eso se niega a aceptar el desafío de una lucha por el retiro lanzado por el menor de los Hermanos Diablo, Latino. “Quiero seguir luchando contra él. Si me pide esa lucha de apuestas, cualquiera que gane, ya no nos vamos a enfrentar”, dijo mostrando mucho respeto al nivel de padre de Sangre Latina.

Además, el rufián avecindado en la colonia Nueva Tlaxcala presume conservar intactos tanto el ímpetu de batalla como sus rivalidades de antaño, al igual que el deseo por generar más buenos recuerdos, aunque sean derrotas como la de hace poco.

El bajista de bandas saltillenses como Shadow Blood, Nightmare y Subversión Punk perdió, recientemente, la cabellera en Arena Obreros del Progreso ante Chavo Lomelí, otro de los Hermanos Diablo.

En tiempos donde las cabelleras se apuestan cada vez que no hay peluqueros a mano, las sendas melenas de ambos gladiadores pronosticaban una guerra sin cuartel. Cumplieron.

Bañados en sangre, los dos veteranos rindieron pleitesía a la tradición, cuando los guerreros vendían cara la derrota porque cada una revestía de gloria al vencedor y honor al derrotado.

“A mí no me gusta apostar la cabellera cada tres meses. A mí me gusta esperarme cuatro o cinco años para que crezca y perder algo”, advirtió. “Acepté el reto de Chavo Lomelí porque es el único que tiene cabello. A mí no me gusta apostar cualquier cosa si a los cuatro meses la vuelves a exponer”.



Una de sus mejores luchas, según informó, fue el triunfo por la cabellera del Guerrero Negro Jr., nuevo miembro del CMLL y su socio con las Bestias del Ring en el gimnasio “La Maquinita” de Saltillo, durante la gira del retiro del Perro Agüayo.

“La gente nos veía siempre juntos, pero se dio esa lucha, me gustó mucho porque fue un toma y daca. No hubo mañas, nadie ganó mal”, aclaró.

NO ES 'SOMBRA'
DE NADIE
Para ese niño de primaria que quería con todo su corazón ser luchador profesional, forjar su camino y los demás se lo negaban, no hubo límites desde que disfrutó por vez primera una función de lucha libre. Sabía que su destino lo llevaría a la plataforma de 6x6.

“A mí me gustaba y yo quería ser luchador. No les iba a hacer caso (a sus detractores). Veía revistas y fotos, nunca los había visto en vivo. Hasta que los vi me nació la idea”, precisó reflejando el entusiasmo de aquel infante.

“Cuando estaba en la primaria, hubo una rifa de boletos para la lucha libre. Yo ya dibujaba luchadores aunque nunca hubiera ido a una función, pero veía revistas. Nos ganamos los boletos y vimos en ‘La Maquinita’ a Kung Fu y Sombra Negra”, narró.

 “En sí yo sólo pensé que quería saber qué se sentía estar arriba del ring y ser luchador”, agregó.
Entonces, asistió al gimnasio El Santo y luego cambió al del Pantera Negra. Subrayó que nadie fue su mentor, pero aceptó que hubo correcciones del Pantera, Green Demon y Gusano Negro.

Aunque su nombre es Sombra Lagunera, él creció en Saltillo, Coahuila.  Tampoco oculta que tuvo que aparecer con otras identidades como Tortuguillo Destructor, Black Killer, Dragón Negro, Ciclón Negro, Gokú y Mazinger Z. Pero jamás abandonó el personaje por cuyo nombre lo reconoce la gente y le regaló el Pantera Negra.

Sólo como Black Killer luchó hasta tres ocasiones para recuperar su nivel tras rehabilitarse después de su lesión causada por una patada en reversa que quiso dar a Guerrero del Ring, pues cayó mal, siguió luchando y tras dos años se resintió de ella.

Los máximos trofeos en su colección son las máscaras de Conde Azul, Mr. Mártir y Sombra Lagunera II; también las cabelleras de Turok, de Monclova; Negro Medina, de Monterrey, Eclipse II, Dragón Oriental y Guerrero Negro Jr., durante la gira del retiro del Perro Agüayo.

Pero no todo es miel sobre hojuelas.  Él perdió su melena contra Ráfaga de Oro, Benny Cordero, Piloto 2000 en jaula y, recientemente, Chavo Lomelí.

Con la tercia Bestias del Ring, luchó ante los Guerreros del Infierno (Rey Bucanero, Último Guerrero y Tarzan Boy), LA. Park, Súper Parka, Volador, Misterioso, Pirata Morgan, Texano Jr. y Súper Nova.

Al lado de Guerrero 2000, enfrentó a Negro Rivera y El Pandillero. Esa vez perdió la apuesta por los cabellos, pero la gente les entregó el perdón, ambos fueron indultados y no se les peló. También,  él y Guerrero 2000 recibieron un reconocimiento por la pareja más taquillera del año.

TABLA
Nombre de batalla: Sombra Lagunera
Debut: 15 de julio de 1985 en Arena Saltillo
Maestro: Cafre II.
Máscaras: Conde Azul, Mr. Mártir y Sombra Lagunera II.
Cabelleras: Turok, de Monclova; Negro Medina, de Monterrey, Eclipse II, Dragón Oriental y Guerrero Negro Jr. durante la gira del retiro del Perro Agüayo.
Apuestas perdidas: Ráfaga de Oro, Benny Cordero, Piloto 2000 en jaula y Chavo Lomelí.