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septiembre 03, 2018

Saltillo al ras de lona, disponible en Amazon

Debido a que ya no dispongo de unidades impresas, me di a la tarea de subir a Amazon.mx, la versión electrónica de mi libro (eBook) con el nombre homónimo de este sitio. Dudo que pueda reimprimir la edición del 2016, a causa de la ardua labor para hacerle promoción. Si con el apoyo total de mi editora, Elsa Tamez, y su equipo del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo, fue un proceso lento para la venta de todos los ejemplares, hacerlo solo sería algo titánico.

Por este motivo, facilito la liga para adquirirlo en el sitio web (https://amzn.to/2MMZXZN) a un precio de 56 pesos mexicanos, con miras de satisfacer a los aficionados de la lucha libre que no tuvieron la oportunidad de adquirirlo, pese a la gestión de promotores culturales y otros intermediarios.

Gracias por su preferencia. Fue un gran esfuerzo de casi siete años sacarlo a la luz; pero a la vez resultó una experiencia extraordinaria ver la respuesta de los lectores.

noviembre 13, 2012

SOMBRA LAGUNERA: ENTRE ROCK Y LUCHA LIBRE



Con la rebeldía de la música estridente y del rudo que dormitaba en su interior, Sombra Lagunera superó las críticas arriba del ring, inspirado en la esencia del rock metal y hardcore, para callar las bocas de quienes afirmaron que él no podía ser luchador profesional.


Texto y fotografías: Miguel García-Greg Ruiz-Cortesía

“Muchos me discriminaron, decían que nunca iba a hacer nada en la lucha. Me subía a luchar y me bajaban. Después que entrenaban ellos, me subía solo”, recordó la época previa a su debut el 15 de julio de 1985.

“El único que me echó la mano para corregir las cosas fue Cafre II. Fuego Rojo me hacía a un lado y me tapaba todo”, añadió para después resaltar orgulloso: “De todos de los que me decían que no iba a serlo, ahorita ninguno de ellos lucha ya”.

No es una actitud fingida ni pose para la foto. Desde su vestimenta hasta los tatuajes, la apariencia del gladiador local es auténtica, no impuesta por un promotor, y el miembro rockero del clan Casas y estrella de AAA, Heavy Metal, puede dar constancia.

Las bandas favoritas de la Sombra son Slayer, Crypters, Nirvana y Ramones. Su colección de discos y camisetas es evidencia suficiente sobre el sillón y mesa del hogar.

En un deporte espectáculo donde la imagen es el primer medio para conseguir fans, el saltillense con 27 años de trayectoria sobre los enlonados descarta tener el corazón tan ruin, pese a su fibra de rufián, como para engañarse a sí mismo.

Admite que el secreto para seguir vigente es la fidelidad a su esencia como luchador, es lo que le ha hecho buen exponente y una referencia en el pancracio de la capital en Coahuila.

“Necesitas ser tú, sacar tu propio estilo y perder el miedo a la gente porque sí te agrede mucho”, recomendó a los valores novatos en crecimiento dentro del lado oscuro. “No me visto así por la imagen, sí me gusta el rock”, enfatizó. Sus ídolos fueron Jerry Estrada y La Fiera, pero sólo los siguió en su forma de vestir.

ENTRA EL ROCK
A SER RELEVO
Después de seis años de encarnar a Sombra Lagunera en el cuadrilátero, cuando tenía 19, surgió el interés por manifestar sus cualidades artísticas a través de los instrumentos de cuerda y no quiso expresarse sólo con los gestos del rostro, llaves y acrobacias.

Ese nuevo impulso lo llevó a incursionar en la música, específicamente en el mítico rock impulsado por el Rey Elvis, sin hacer a un lado el arte del catch.

“Iba a las tocadas en Saltillo, nos juntábamos seis chavos hasta que formamos nuestro grupo. Pero no sabíamos tocar nada. Agarramos guitarras acústicas, mi hermano tocaba la batería y lo hacíamos hasta con botes y cajas”, recordó.

De pronto, músicos profesionales los invitaron a ensayar con ellos. “Nunca habíamos ensayado con instrumentos. Una semana antes tuvimos que rentarlos. Empezamos a sacar canciones propias, el vocalista componía y nosotros le poníamos música”, relató.

Pero por sus giras en los escenarios de doce cuerdas, tuvo que silenciar la guitarra durante algún tiempo. Nunca prefirió menos el combate cuerpo a cuerpo que otras actividades, sólo un año duró inactivo a causa de una lesión en la espalda que se agudizó. Fueron tres vértebras desviadas.

“Empecé a viajar por la lucha, consiguieron a otro bajista y me salí del grupo (el primero, Shadow blood). Cuando tenía pausas en las giras, armé otro grupo (Nightmare). Después, surgió Subversion Punk”, comentó.

Tres demos y puros covers forman parte de su repertorio como integrante de todas esas bandas. Una ocasión una de las bandas ganó el tercer lugar de un concurso, aunque los descalificaron por atribuir que su canción de introducción no era de ellos.

GOZA ‘SOMBRA’
ENERGÍA Y LINAJE
Sin embargo, a sólo tres años de cumplir los 30 en el deporte del costalazo, el miembro actual de la Fusión Maldita, junto a Argos y Águila Oriental, espera sean diez más para compartir el entarimado con sus vástagos, Sombra Lagunera Jr. y Sombra Guerrera.

Por eso se niega a aceptar el desafío de una lucha por el retiro lanzado por el menor de los Hermanos Diablo, Latino. “Quiero seguir luchando contra él. Si me pide esa lucha de apuestas, cualquiera que gane, ya no nos vamos a enfrentar”, dijo mostrando mucho respeto al nivel de padre de Sangre Latina.

Además, el rufián avecindado en la colonia Nueva Tlaxcala presume conservar intactos tanto el ímpetu de batalla como sus rivalidades de antaño, al igual que el deseo por generar más buenos recuerdos, aunque sean derrotas como la de hace poco.

El bajista de bandas saltillenses como Shadow Blood, Nightmare y Subversión Punk perdió, recientemente, la cabellera en Arena Obreros del Progreso ante Chavo Lomelí, otro de los Hermanos Diablo.

En tiempos donde las cabelleras se apuestan cada vez que no hay peluqueros a mano, las sendas melenas de ambos gladiadores pronosticaban una guerra sin cuartel. Cumplieron.

Bañados en sangre, los dos veteranos rindieron pleitesía a la tradición, cuando los guerreros vendían cara la derrota porque cada una revestía de gloria al vencedor y honor al derrotado.

“A mí no me gusta apostar la cabellera cada tres meses. A mí me gusta esperarme cuatro o cinco años para que crezca y perder algo”, advirtió. “Acepté el reto de Chavo Lomelí porque es el único que tiene cabello. A mí no me gusta apostar cualquier cosa si a los cuatro meses la vuelves a exponer”.



Una de sus mejores luchas, según informó, fue el triunfo por la cabellera del Guerrero Negro Jr., nuevo miembro del CMLL y su socio con las Bestias del Ring en el gimnasio “La Maquinita” de Saltillo, durante la gira del retiro del Perro Agüayo.

“La gente nos veía siempre juntos, pero se dio esa lucha, me gustó mucho porque fue un toma y daca. No hubo mañas, nadie ganó mal”, aclaró.

NO ES 'SOMBRA'
DE NADIE
Para ese niño de primaria que quería con todo su corazón ser luchador profesional, forjar su camino y los demás se lo negaban, no hubo límites desde que disfrutó por vez primera una función de lucha libre. Sabía que su destino lo llevaría a la plataforma de 6x6.

“A mí me gustaba y yo quería ser luchador. No les iba a hacer caso (a sus detractores). Veía revistas y fotos, nunca los había visto en vivo. Hasta que los vi me nació la idea”, precisó reflejando el entusiasmo de aquel infante.

“Cuando estaba en la primaria, hubo una rifa de boletos para la lucha libre. Yo ya dibujaba luchadores aunque nunca hubiera ido a una función, pero veía revistas. Nos ganamos los boletos y vimos en ‘La Maquinita’ a Kung Fu y Sombra Negra”, narró.

 “En sí yo sólo pensé que quería saber qué se sentía estar arriba del ring y ser luchador”, agregó.
Entonces, asistió al gimnasio El Santo y luego cambió al del Pantera Negra. Subrayó que nadie fue su mentor, pero aceptó que hubo correcciones del Pantera, Green Demon y Gusano Negro.

Aunque su nombre es Sombra Lagunera, él creció en Saltillo, Coahuila.  Tampoco oculta que tuvo que aparecer con otras identidades como Tortuguillo Destructor, Black Killer, Dragón Negro, Ciclón Negro, Gokú y Mazinger Z. Pero jamás abandonó el personaje por cuyo nombre lo reconoce la gente y le regaló el Pantera Negra.

Sólo como Black Killer luchó hasta tres ocasiones para recuperar su nivel tras rehabilitarse después de su lesión causada por una patada en reversa que quiso dar a Guerrero del Ring, pues cayó mal, siguió luchando y tras dos años se resintió de ella.

Los máximos trofeos en su colección son las máscaras de Conde Azul, Mr. Mártir y Sombra Lagunera II; también las cabelleras de Turok, de Monclova; Negro Medina, de Monterrey, Eclipse II, Dragón Oriental y Guerrero Negro Jr., durante la gira del retiro del Perro Agüayo.

Pero no todo es miel sobre hojuelas.  Él perdió su melena contra Ráfaga de Oro, Benny Cordero, Piloto 2000 en jaula y, recientemente, Chavo Lomelí.

Con la tercia Bestias del Ring, luchó ante los Guerreros del Infierno (Rey Bucanero, Último Guerrero y Tarzan Boy), LA. Park, Súper Parka, Volador, Misterioso, Pirata Morgan, Texano Jr. y Súper Nova.

Al lado de Guerrero 2000, enfrentó a Negro Rivera y El Pandillero. Esa vez perdió la apuesta por los cabellos, pero la gente les entregó el perdón, ambos fueron indultados y no se les peló. También,  él y Guerrero 2000 recibieron un reconocimiento por la pareja más taquillera del año.

TABLA
Nombre de batalla: Sombra Lagunera
Debut: 15 de julio de 1985 en Arena Saltillo
Maestro: Cafre II.
Máscaras: Conde Azul, Mr. Mártir y Sombra Lagunera II.
Cabelleras: Turok, de Monclova; Negro Medina, de Monterrey, Eclipse II, Dragón Oriental y Guerrero Negro Jr. durante la gira del retiro del Perro Agüayo.
Apuestas perdidas: Ráfaga de Oro, Benny Cordero, Piloto 2000 en jaula y Chavo Lomelí.


octubre 30, 2012

GUERRERO NEGOR JR., RUFIÁN DE ABOLENGO


Su nueva rivalidad en Saltillo se fragua con Sombra Lagunera.
















De porte elegante cuando camina sobre el ring, Guerrero Negro Jr. es sinónimo de clase ruda a la vieja usanza, disfruta el cinismo y le basta una sonrisa socarrona para provocar la simpatía o repulsión de la multitud.


Textos y fotografías: Miguel García


Su talento no tardaría en situarlo donde quiere estar (CMLL); ahora desea ir a Japón y rivalizar con el otro Júnior favorito de Monclova, Coahuila. El Depredador del Aire, Volador Jr., le ha confesado su deseo de luchar contra él, así como Misterioso Jr. y La Sombra.

“Volador Jr. ya tiene su jerarquía dentro del Consejo, pero un día no muy lejano…”, profirió. “Lo que venga, yo lo espero con ansias. Quiero poco a poco, voy a paso lento pero seguro. En México ya no puedo trabajar de otra cosa”, afirmó el nuevo miembro del Consejo Mundial de Lucha Libre.

“Es una seguridad para tener trabajo, pero tienes que mantenerte ahí. A mí me hicieron doping y al otro día firmé un contrato. Me hacen entrenar duro y duro”, comentó.

Su debut lo hizo en sociedad con Herodes Jr. en la Arena Coliseo el 18 de agosto del 2012 y luego el 21 en La México, cuando cumplía 15 años de luchador profesional. “Es la ilusión de todo luchador pisar la Catedral de la lucha libre. Ya había sufrido yo tres años y medio. Se me dio la oportunidad y estoy muy contento”, reveló.

Generación 2012 del CMLL.
Por sus venas corre la sangre de un gladiador consagrado en México, pero, como sucede mucho en el medio, se cuestionó su calidad al igual que con otros Júnior. Eso no le impidió formar parte de la Generación 2012 del CMLL.

El rufián coahuilense compartió “toga y birrete” con otros cuatro elementos norteños: Espanto, Taurus (ambos de Gómez Palacio, Durango), Herodes Jr. (Monterrey, Nuevo León) y Akuma (Saltillo, Coahuila).

Aunque ellos son sus paisanos, él intentará seguir su propia senda. No quiere ser la burla de nadie, es un luchador serio. Su estilo es recio y prefiere castigar duro antes que echar a perder un combate. “No me gusta que la gente se ría de mí, me gusta luchar, por eso soy 100% luchador”, dijo.


NO DEJA DE APRENDER

Sabe que tiene lona recorrida, pero acepta consejos de los triunfadores, ganar experiencia en la nueva etapa junto a ídolos como Negro Casas o Súper Porky. “Me dijo Blue Panther: ‘Guerrero, navega con la bandera del más pendejo y vas a llegar lejos’”, recordó.

Llamar el interés del público no es fácil, pero él ha conocido las maneras: “Te enseñas a voltear con la gente, a pararte como un luchador. Necesitas envolverlos, te les vas metiendo poco a poco. Muchos luchadores hacen sus cosas y se van a la esquina. No, festeja, involúcrate con la gente”.

Además, atrás deja una buena lección y no quiere tirar a la basura esta segunda oportunidad. “Hubo un tiempo cuando luché para la Triple A en el norte. Me pagaban muy bien, pero muchas veces se te sube, llegué al vicio y caí en las drogas”, confesó. “Gracias a Dios estoy curado y juré nunca más volver. Ya tengo dos años que dejé todo”.

Cuando pensó en continuar ahora para el CMLL, desde el momento que arribó a México pasó hambres y frío. “No tenía dónde quedarme, me quedaba en la central (de autobuses) dos o tres días, no hablaba a la familia y pues fue muy difícil”, narró.

Pero fue perseverante y obtuvo su recompensa. Es momento para demostrar su valía, pues tal parece que está en planes de la empresa llevarlo a Japón, según informó.


“Ya me dieron mis papeles, ya estoy por nómina en el Consejo y es una ventaja. En noviembre tengo que sacar el pasaporte”, dijo. “Me van a dar una carta donde estoy dentro del Consejo para sacar una visa de trabajo porque el próximo año hay gira en Japón y quieren mandar nuevos valores”.

Sin embargo, aunque el éxito se asoma en un nuevo horizonte, la soledad lo atosiga pese a tener una hija que vive con su mamá en la misma ciudad.

“Pero me da gusto porque sé que estoy haciendo algo. Mi mamá me ve en internet; mis familiares, en la televisión. No sé si el día de mañana mis hermanos se quisieran ir, ya les dejé una puerta abierta”, manifestó.


DESTINADO AL
CUADRILÁTERO
“Desde que tenía uso de razón, anduve en ring. A los ocho años echaba mortales. Debuté el 21 de agosto de 1995 en Monterrey, Nuevo León; era contra Tony Cortés y Guerrero del Mal”, contó. “Agarré una silla y le abrí la cabeza al Guerrero del Mal. Yo luchaba como Dragón, estaba muy flaquito, pesaba como 47 kilos, a los 15 años”.

Su maestro fue su papá, en Monterrey lo pulió Súper Vaquero y en Saltillo fue Green Demon. Por el momento, sus mentores son Último Guerrero y Franco Colombo.

Antes de ingresar al Consejo, su carrera también fue de muchos triunfos. “Luché contra los Espectros por el campeonato del Estado de México y le gané el Campeonato Ligero de Coahuila, a los 18 años de edad, al Pandillero”, precisó.

A manos del Zorro Plateado Jr.
“He ganado la máscara del Eclipse, tío mío, y le quité la cabellera. En Monclova le gané a Baby Rap la cabellera. Buen luchador”, añadió.

Entre sus derrotas están algunas a manos del clan Diablo y otros técnicos. “A mí me ganó Latino la cabellera en enero (2012) en la APN (como colofón del pique entre clanes) y me ganó Piloto 2000 también la cabellera en una ruleta de 16 luchadores”, informó. “Fui el primero en entrar y el último en salir. Me agarró cansado”.

En la Arena Coliseo de Monterrey le dieron varios reconocimientos por ser el mejor rudo del año. También obtuvo el trofeo a la mejor lucha del año en la Arena Naucalpan en 2010. “Era Pimpinela, Miss Gaviota y otro jotito contra Hijo del Diablo, Abyssman y yo”, dijo.




Disputa títulos a los Espectros.
Antes, militó en la caravana estelar de Triple A, a los 22 años. “Me acuerdo que Pirata Morgan, Jerry Estrada, Sangre Chicana, El Cobarde y Jaque Mate me daban unas recias pero buenas. Yo me bajaba llorando”, recordó. “Te ven novato, ellos pesaban cien kilos y yo 65. Luego te echaban montón. Pero te conocen más y luego te juntan”.


Después, vino su nuevo viaje a México por el sueño cumplido: “De aquí nos fuimos Latino y yo, después llegó su hijo y yo le propuse a Mercurio que se fuera conmigo, además del Perico (mascota de La Peste Negra)”. Los dos últimos se abrieron camino antes que él y el menor de los Diablos fue conocido como Robin y Rigo en Arena Naucalpan.

“Cuando llegué a México, Demus 3:16 me quiso llevar a levantar pesas. Era el segundo día. Me dio una santa chinga, que me dio temperatura tres días”, sonrió.” Le dimos a pierna y yo vivía en el cuarto piso. Íbamos Latino y yo. Me subí y ya no me bajé. Le digo (a Latino): ‘Chuy, si bajas ahorita me traes una Coca’. No pasa mucho cuando me dice: ‘Oye, Pelón, ¿y si tomamos agua?’”.


INFLUENCIA GUERRERA

Héctor Picazo, alias Guerrero Negro Jr., es otro detrás del telón, sin arrogancia, con miedos y gran sentido del humor. Hijo del Guerrero Negro II y sobrino del fundador de la dinastía, admitió el temor y entusiasmo por encarnar a la nueva estirpe.

“Ahorita lo miras y está bien corto. A mí se me hizo larguísimo el pinche pasillo (de la Arena México)”, recordó “Pelón”, conocido así entre sus amigos más cercanos, cuando se dirigía al centro del mítico coso ubicado en la colonia Doctores, en la capital del país.

Heredero del clan de rudos monclovenses, reconoció que le temblaron las piernas durante su debut con el CMLL. “Gacho, gacho. Fueron los nervios. Se siente bien cabrón, el ring está muy duro, pero luchando ya no se siente”, enfatizó.

Respecto a sus predecesores, indicó que ellos eran muy diferentes a él. “Eran más manchados y eso me cerró muchas puertas, pero me ha abierto otras”, dijo. “Las comparaciones siempre van a estar. No soy un luchador taquillero”.

Pero cuando fue a Monclova, la gente lo recibió en la entrada. “‘Eres el Júnior de Monclova’, me dijeron, aunque toman mucho en cuenta a Volador Jr. Pero que te comparen (con el tío) ya es un halago”, declaró sin temor a un pique contra su paisano, “El Depredador del Aire”.

“Yo siempre fui el confidente de mi papá y él el mío”, afirmó. “Duró mucho tiempo dentro de la lucha, 22 o 23 años, pero él sabía luchar lo normal. No era aéreo, tampoco bueno a ras de lona, pero tenía un carisma impresionante. Con decirte que no sabía llegar a las cuerdas”.

“Estuvo en Triple A, pisó la Arena México y Coliseo, pero nunca supo agarrarse de las cuerdas”, añadió entre risas. “La influencia fue más mi tío al verlo llegar de México a Monclova con sus cadenas, bien enjoyado y bien cambiado”.

“Mr. Niebla me preguntó de dónde era y quién era mi familia: ‘Me acuerdo de las golpizas que me daban y me voy a desquitar contigo. Eran tremendos los Diablos’, así les decían”.

“Porky también me dijo: ‘A tu tío lo aprecié mucho, pero era un hijo de su chingada madre. Una vez nos citan a un restaurante a una conferencia de prensa, todos de traje, apenas me iba a sentar y me quitó la silla. Me caí, me agarré de mantel y me traje todo. Es una cosa que nunca se me va a olvidar’”, relató.

“El Negro Casas también me contó otra anécdota: ‘Íbamos en el autobús, tu tío traía una botella, le empieza a pegar al camión y lo paró el chofer. Avanzaba, le pegaba y se volvía a parar el camión hasta que ya le quitaron lo que traía en la mano y el chofer se la pasó molesto”.

Además, recordó la anécdota que le narró LA Park, Adolfo Tapia: “Se iban a echar unas cervezas”.
–Dale una cerveza a todos –le decía al dueño. Vas a llorar.
Entraba uno y otro y les mandaba una cerveza.
–Vete al taller –le dijo a LA Park.
Él se brincó la barda. Al otro día LA Park ve llorando al jotito.
–Bien me decía el Guerrero, vas a llorar. Se acabaron toda la cerveza. Dime dónde vive, ya no quiero que me pague todo, sólo para surtir.

La pérdida de sus primeros mentores en el pancracio y otros familiares, fue un golpe muy duro para Héctor Picazo. “Cuando falleció (su papá) me dolió mucho. Murió de cirrosis y diabetes. No comía, pura chela. Mi tío tenía un derrame. Murió primero mi papá, luego mi tío”, confesó.

“Hubo una etapa muy difícil porque luego falleció mi hermana con 27 años, una hija, luego mi abuelita. Eso fue en nueve años. Pero son etapas de la vida, seguí luchando porque no te puedes acongojar”, aclaró.

Una de las enseñanzas que le dejó su tío, Guerrero Negro I, fue traer su maleta y que huela bien, distinguirse por la categoría. “Veías a luchadores de Monclova con la ropa enrollada, sucia y las zapatillas enlodadas. Pero llegaba mi tío, abría su maleta y todo bien acomodado. Olía a agave”, dijo. “Todos los luchadores lo miraban porque era una persona que imponía. ‘Nadie me moleste’, era  lo chido”.

LAS ANÉCDOTAS
DEL LUCHADOR
“Hay que aventar una lucha buena. Hay unas amigas que nos invitaron a una carne asada y cervecitas. Nos vamos a ir con ellas, son como edecanes, están bien buenas”, propuso Guerrero a sus compañeros. “Corre Dragón, me da unas patadas, se avienta un tope, topa con las cuerdas y cae de cabeza. Pedimos la ambulancia. `No, mijo, que no me lleven… ¿Y la carne asada?´”

Cada vez que lo ve el Pingüino, ex Red Man, le dice “Júramelo”. “En Monterrey compré unas naranjas del Periférico, iban bien calientes y me las comí en el camión. Me dio una diarrea bien cabrona y así luché en el Coliseo. Llegué a la casa, me quité el pantalón y estaba la mamá de mi niño. Me vio… irritado ahí.
–¿A qué fuiste a Monterrey? –me preguntó.
– A luchar.
– ¡Júramelo!
–No pienses que me cogieron.

“En Triple A me dieron manazos y me hicieron correr de Reynosa a Laredo encueradote, a las once de la mañana”, contó. “Era un pinche kilómetro, venían los soldados de frente, me senté y me levanté en chinga bien quemado de las nalgas”.
“Son chingo de cosas que he vivido bien chidas por la lucha libre”, concluyó.

octubre 10, 2012

RELÁMPAGO 'ILUMINA' LA OBREROS: GUERRERO NEGRO JR. CAE CEGADO


Texto y fotografías: Miguel García

En medio de una ovación que se convirtió en emotivo suspiro lanzado por el público femenil cuando el ídolo saltillense besó el ring, Relámpago se despidió el domingo pasado con un triunfo de la arena que lo vio nacer, en Obreros del Progreso, ante otro exportado de la capital coahuilense a la Ciudad de México y nuevo miembro del CMLL, Guerrero Negro Jr.

Los dos gladiadores capitaneron sus tercias completadas por la presencia de elementos locales, en un efervescente combate con el grado de intensidad muy alto, pues la media docena de guerreros ofreció a la gente un choque bárbaro de habilidades y aguante.

La primera caída fue un enfrentamiento brutal donde el tenor del combate fue impuesto por los rudos. Del Relámpago al Guerrero, los manotazos al pecho salieron disparados a paso lento pero contundente. Los impactos hacían proferir a la tribuna voces de asombro.

Sin embargo, el Júnior de los Picazo rompió la tanda de machetazos al sorprender cara a cara a su rival con súplex frontal, sujetándolo de los brazos. Ahí comenzó el castigo para los técnicos.

El primero en caer fue Black Cat a manos de los tres rufianes con un “carro romano”. Luego, El Príncipe también sucumbió ante el doble castigo de Latino y su sobrino, Ángel del Infierno. Después de recibir su tanda extra de sopapos, Relámpago también agitó las manitas ante la cruceta a las piernas y palanca al brazo, aplicadas por el menor de los Hermanos Diablo.


Para continuar con la batalla, los malvados dominaron todavía las hostilidades, vapuleando feo a los favoritos. Pero de pronto, el trío de estetas consiguió darle un giro a las acciones y muy a su estilo ganaron el segundo asalto con suma facilidad, haciendo de una sorpresiva reacción su mejor estrategia para llevar a sus oponentes a las espaldas planas.




Antes de comenzar el último episodio, el referí Salvatore se llevó una “silla eléctrica” por parte de los técnicos debido a su parcialidad ruda, pero los malvados lo pusieron a salvo, mientras el otro árbitro, Paco Tovar, impondría justicia arriba del ring sin la interrupción del colega.




Enseguida, Relámpago tomó la batuta para dirigir a su equipo hacia la victoria con un gran despliegue de fuerzas arriba y abajo del enlonado. El esteta ex Triple A vació pronto el ring, empezando por sacar a Ángel del Infierno con patadas de canguro a la espalda tras esquivarlo, luego castigó el cuello de Latino al lanzarlo por los aires con tijeras y, con la misma dosis, despachó a Guerrero Negro Jr.


No obstante, el as del aire no le dio descanso al Júnior y se le tiró un tope entre la segunda y tercera cuerda, mientras El Príncipe sometía con una ranita a Latino. Cuando estaban tres contra dos, Relámpago quiso acabar el combate rindiendo al capitán de la tercia. Así, con una plancha desde la tercera cuerda, el ídolo saltillense ganó la última caída para molestia de los fanáticos rudos. Para el desenlace, el gladiador nacido en la colonia Antonio Cárdenas se marchó besando la lona del cuadrilátero ante el aprecio de su gente.

‘PEQUEÑO VALIENTE’
DEFENDERÁ TÍTULO

El también esteta e ídolo de la Arena Obreros, Meteorito, defenderá el próximo domingo su título de Campeón Estatal de Tamaulipas ante el descendiente de los Hermanos Diablo, Sangre Latina, luego de sucumbir en la pasada función con ayuda del padre del joven rufián, Latino.

En una lucha de sangre y odio, donde los seconds fueron Suavecito por Meteorito y Krator Jr. por Latina, el “Pequeño Valiente” fue el más perjudicado al padecer un fuerte castigo que le hizo sangrar y lo dejó en feas condiciones pese a su entrega por llevarse la victoria.

Pese a la intervención y perder a la mala, Meteorito aceptó exponer su título y se pronostica una dura batalla entre dos gladiadores con aptitudes técnicas.